De call center va la historia

Hola amig@s,

llega la esperada entrada sobre el primer trabajo que he encontrado en Varsovia. Se que los que me seguís desde otros lugares estáis deseando conocer los detalles y sobre todo el cómo en menos de dos semanas comencé a trabajar en un país desconocido que tiene un idioma del que no hablo ni una palabra.

Pues aquí vamos:

Gracias a la inestimable, impagable e imborrable ayuda de Dani (y porque no recuerdo mas «ins») contacté hace un par de semanas con una empresa de call center que buscaba nativos en varios idiomas. Dado que hablo justamente esos «varios idiomas» que ellos requerían, tengo tiempo libre de sobra y soy un poco tonto (eso ya lo sabíamos todos, amig@s) les dije que si cuando me ofrecieron trabajar 8 horas al día sin salario base… es decir… me pagarían por cada llamada hecha y «conseguida».

¿Que significaba eso? Pues que no solo había que llamar a diferentes tiendas y talleres en España (y Alemania), sino preguntar precios de ruedas e introducirlos después en una base de datos. El salario consistía en 0,25 centimos de euro por cada llamada a España (con precio conseguido) y en 1 euro por cada llamada a Alemania.

¿Que queréis que os diga? Pues que dije que si. El salario era lo de menos… la cuestión era ocupar el tiempo libre, sentirme de nuevo útil (admitámoslo, en este caso la frontera entre útil y explotado es muy fina) y conocer gente por el camino.

Si analizamos estos tres puntos:

1) ¿Ocupo el tiempo libre? Claro… voy de 8h a 17h todos los días. En lugar de pulular por la ciudad bajo el frío polar varsoviano o quedarme en casa viendo pelis y tomando vodka polaco ocupo las horas de manera productiva (al menos para alguien).

2) ¿Me siento útil? Bueno… no realmente, pero al menos salgo de casa, hablo con otra gente y al final del día creo que le he servido a alguien para hacer mas dinero.

3) ¿He conocido gente en estos días? Eso si. Muchos latinos, pero también polacos. Casi todos estudiantes o gente en una situación parecida a la mia, sin nada mejor a la vista recurren a las migajas del mercado laboral. Pero el ambiente es bueno, al menos podemos echar unas risas con el resto de latinos.

El contrato que firmé termina el próximo 8 de diciembre y ya estoy en contacto con otras empresas para hacer un par de entrevistas. Tengo claro que el mercado laboral que conocimos hace años no volverá a existir. Tendremos que pulular como zombies de un currillo sin importancia al siguiente, sacando lo mínimo para sobrevivir… ¿pero sabéis que es lo bueno de eso? que en esos trabajos no existe ningún tipo de responsabilidad.

Si amig@s, haces tus horas, intentas pasar el tiempo lo mejor y más cómodo posible y después vuelves a casa a ver una peli, ir al gym o tocar la bandurria. Nadie te va a llamar a las 3 de la mañana diciendo que ha explotado el reactor número 3 y tienes que ir corriendo a la fábrica, o que el mercado japones se ha merendado las acciones de tu empresa y hay una videoconferencia de urgencia a las 7 de la mañana con Londres… todo eso se acabó. Esos curros ya no existen, y si existen, no son nuestro problema, porque nadie nos los ofrece ni nos los ofrecerá jamas.

Puede parecer una visión apocalíptica del futuro por llegar… pero creo que empiezo a verle el lado positivo a cada fleco negativo de este tipo de «inestabilidad social»:

– Nunca tendremos un curro lo suficientemente estable para comprar una vivienda… lo bueno es que nunca nos tendremos que preocupar por pagar la hipoteca, que el banco nos quiera quitar la casa o tener que pasarle nuestras deudas a nuestros hijos.

– Esto último viene enlazado a lo siguiente: nunca formaremos una familia en esta inestabilidad socio-laboral. Bueno, eso significa que nunca tendremos que cambiar pañales, ni quedarnos despiertos la noche entera porque al niño le están saliendo los dientes. Además… para los admiradores de Barney Stinson… el que nunca formemos una familia significa que seremos solteros perennes… el sueño de cualquier casado en sus «treintaymuchos» es volver a ser ese soltero de oro que tenía que lavar las sábanas dos veces por semana 😉

– Como os decía… nunca tendremos un trabajo de responsabilidad. Eso significa, además de poder robar todos los clips, bolis, folios y demás material de oficina del curro (yo el último día me voy a llevar una taza con el logo de la empresa) que podremos seguir siendo para siempre jamas un Peter Pan del siglo XXI. Un Peter Pan sin familia, sin contrato indefinido, sin ataduras de hipotecas…. podremos dejar una ciudad, un país, y mudarnos al siguiente. Trabajar bajo la nevada mas cruenta o desde la playa caribeña mas lejana que encontremos… ¡imaginad las posibilidades!

Bueno, y para que veáis que esta entrada va de guasa (el sarcasmo y la ironía no suelen cuajar bien por escrito) aquí os dejo uno de mis videos favoritos sobre entrevistas de trabajo:

Os deseo una feliz y calurosa semana (en Varsovia ha subido un par de grados la temperatura).

Abrazos.

Apagario.

Casi dos semanas en Varsovia (14 días y contando)

Hola chic@s,

Siento que la primera entrada «oficial» sea casi dos semanas después de llegar a Varsovia, pero los 12 primeros días los he pasado en un hostal en el que tenía conexión wifi, pero en el que la habitación no invitaba realmente a ponerse cómodo y escribir un blog. Así que hoy por fin, tras instalarme en el que será mi apartamento durante los próximos 4 meses llega el momento de hacer un amplio resumen de estos días en Varsovia.

Aterricé tal que un día 13 de noviembre (jueves) entrada la noche (o sea, las 18h) en Varsovia. Gracias a la ayuda de Dani conseguí llegar sano y salvo al hostal (no era tan fácil de encontrar) e instalarme allí. Al día siguiente empleé casi 3 horas en caminar desde el hostal hasta la estación central (en pleno centro, como su nombre indica) porque me «perdí».

Algunos confunden mi fama de «perderme» con el hecho de que no sepa orientarme. YO SE ORIENTARME (por favor, tengo genes molineses, he participado en campamentos varios y salí entero de una caminata en la nieve por Gredos sin necesidad de llamar a un helicóptero de rescate, cosa que alguno de mis lectores no puede afirmar). El caso es que se orientarme, pero siempre que llego a una nueva ciudad me gusta perderme «a pata» los primeros días para conocer bien los barrios que la conforman.

Lo que no esperaba es que 3 horas de caminata se convirtieran en una lucha contra el frío polar de Varsovia. Por suerte para mi, con mi entrenamiento de las fuerzas especiales europeas (soy un ex-Erasmus, o Boina Verde-azulada europeo) conseguí localizar un café con wifi en el que pude calentarme y revisar el plano de la ciudad (no fuera a ser que no estuviera orientado yo…).

Esa misma mañana conseguí sacar el bono de transportes mensual de Varsovia, cambiar dinero a la moneda local (una cosa parecida a los billetes del Monopoli que aún me producen confusión) y volver sano y salvo al hostal. Por la tarde tuve mi primera clase en el Cervantes (curso del que ya hablaré largo y tendido en otro post) y al día siguiente intensivo de 8 horitas de clases.

Gracias a la inestimable (invaluable, imborrable, inolvidable, y me quedo sin «in’s») ayuda de Dani, que me proporcionó el contacto de una empresa de call center en Varsovia, conseguí una entrevista el martes pasado. La verdad es que fue la entrevista mas corta y curiosa que he tenido si la comparamos con las entrevistas que un universitario sobrecualificado está acostumbrado a realizar. Querían a alguien que hablara español y alemán para call center de ambos idiomas. Llamadas a talleres mecánicos y tiendas de recambios de España y Alemania preguntando precios del cambio de ruedas. Nadie comprobó mi nivel de alemán (el español se supone que viene de serie al ser de Guadalajara)… me hicieron 4 preguntas tontas en alemán y con eso «verificaron» que mi nivel era el adecuado para «molestar» al tuercas de un taller y preguntarle eso de ¿Que me cobras por unas Dumlop nuevas para mi Opel Zafira?

Total, que llevo algo mas de una semana trabajando en un call center, si es que se puede llamar «trabajo», porque el salario es mas parecido a lo que se le daría a un esclavo de las pirámides para que no se andará con tonterías sindicándose cada dos por tres.

Pero es dinero…. dinero que cada día cubre mis gastos de alimentación y cobijo….. lástima que el contrato solo dure hasta el 8 de diciembre. Aún así ya estoy centrado en la búsqueda de curro «de verdad». He hecho algunos contactos y he enviado algunos CVs, y no descarto que el curso del cervantes (para ser profesor de español) abra una pequeña puerta al poco conocido (por mi) mundo de la enseñanza del español como lengua extranjera.

Cierto es que he ayudado a muchos alumnos extranjeros con sus ejercicios de español en mis tiempos mozos de la uni de Alcalá, pero era mas bien porque ellos me ayudaban a mi con mis ejercicios de otros idiomas.

Aun así, no descarto que durante un tiempo me pueda dedicar a eso de la enseñanza del idioma… al fin y al cabo, el mercado laboral ha estallado y creo que nunca volverá a ser el mismo… creo que ahora toca dosificarse, coger 2 o 3 trabajos de pocas horas que al final de día cubran las necesidades básicas y poco mas.

Pero dejemos el tema del curro. En estas dos semanas en Varsovia he podido hacer un poquito de turismo. Muchos sabéis que paralelamente a este blog que ha nacido, llevo publicando un blog de fotos desde hace un año mas o menos. En mi corta estancia en Varsovia aún no he podido sacar tiempo «de calidad» para hacer unas fotillos. Tiempo para mi solo, para patear (aviso para navegantes, caminar por la ciudad con estas temperaturas puede ser peligroso), para buscar rincones escondidos y curiosos, etc. Pero os puedo dejar aquí un par de fotos que tome hace una semana de uno de los monumentos mas conocidos de Varsovia: EL PALACIO DE LA CULTURA Y LA CIENCIA.

PalacioPalacio 2Son dos imágenes muy parecidas, tomadas de noche mientras asistía (en el mismo palacio) a una feria del chocolate. Dos imágenes sin mayor misterio que cuentan la historia de uno de los monumentos mas amados y odiados del país. Por lo poco que he podido averiguar en lo que llevo aquí en Varsovia, este monumento (recuerdo de un pasado soviético de excesos comunistas de cara al populacho llano) es querido y repudiado en igual medida por los habitantes de la ciudad. Tanto que se ven incapaces de demolerlo, pero si son capaces de construir torres inmensas (cual Manhattan polaco) que lo rodean para evitar su visión.

A mi el edificio me parece fantástico, soberbio, y a la luz del día es simplemente IM-PO-NEN-TE. Pero reconozco que no me atrevo a abrir la boca delante de los polacos al respecto. Sabiendo que en los genes polacos reside el recuerdo de las traiciones y masacres cometidas por alemanes y rusos durante gran parte del siglo XX, comprendo que para algunos, ver que un símbolo soviético es la imagen turística de la ciudad y por ende de la capital del país les revuelve el estómago.

Como ya os he dicho, ambas fotos tienen poco interés artístico. Hoy mismo he podido pasear alrededor del palacio y observar nuevos puntos desde los que tomar fotografías mucho mas interesantes. Ahora solo espero tener un día de esos de asueto, para mi solo, y dedicarme a pasear y fotografiar la ciudad, para actualizar no solo este, sino el blog hermano (el photogario). Esperemos, deseémos y confiémos que el día elegido no sea el día mas frío del invierno en Varsovia. No hay nada peor que salir a pasear con la idea de perder horas haciendo fotos y tener que parar cada 2 horas en un café a recargar baterías porque no sientes los dedos de los pies 😉

Amig@s, estas dos semanas han dado para mucho mas que contar, pero no quiero alargar este post en exceso. Pretendo dividir mi tiempo bloguero «a pachas» entre este nuevo blog y el antiguo photoblog así que ya tendremos tiempo para ir avanzando en mi vida en Varsovia y las curiosidades que este Erasmus de capa caída todavía se encuentra y que le consiguen sacar de vez en cuando una sonrisita.

Un abrazo para tod@s y hasta la próxima.

Apagario.

 

 

¿Polonia? ¿Por qué Polonia?

Hola amig@s,

el Apagario se ha mudado a Polonia, y mas concretamente a Varsovia. Se que muchos de vosotros tendréis miles de preguntas que hacer sobre este giro vital que para algunos (los que no me vieron desde hace tiempo) puede ser sorprendente, pero realmente no puedo contestar a la mayoría de esas preguntas.

1) ¿Por qué Varsovia? Pues yo contesto simplemente… ¿y por qué no? La verdad es que la excusa perfecta era realizar un curso que incluyendo parones oficiales durará 4 meses. Al final del curso (realizado en el Cervantes) tendré un diploma que dirá que puedo enseñar español a extranjeros. Tiene sentido. Tras mis estudios universitarios oficiales, que últimamente parecen servir para poca cosa, el hobby de los idiomas es algo que siempre ha estado conmigo. Así que después de aprender tantas lenguas…. ¿por qué no aprender durante unos meses cómo enseñar la mia propia? Además, mi estancia en Varsovia/Polonia me da la oportunidad de acercarme a uno de los idiomas mas complicados del continente europeo. Los expertos no se ponen de acuerdo en cual es el MAS complicado (siempre andan a la gresca el polaco y el lituano) pero el polaco es sin duda uno de los dos idiomas mas complejos del continente.

2) ¿Por qué ahora? Mi respuesta es la misma… ¿y por qué no? Después de tanto tiempo buscando trabajo, saltando de un país a otro, he decidido formarme, pero aprovechando mi pasión por vivir «abroad» como dicen en inglés… es decir, en el extranjero. Me gusta la sensación, el reto, de tener que lidiar con un país nuevo, con un idioma que no conozco, y terminar el día sabiendo que unas veces estaré agotado y desecho mentalmente, con ganas de coger la maleta y esconderme bajo las sábanas… pero otros días me sentiré completamente realizado y feliz con mis progresos.

3) ¿Como te las apañas con el idioma, la moneda, el frío, la soledad…? Agrupo aquí un montón de preguntas básicas y reconocibles porque son las que haría una persona que nunca ha salido de España. La respuesta es….. me apaño como siempre me he apañado. Hablo idiomas, puedo hacer gestos, reconozco fotos de animales (vaca, cerdo, pollo) en los menús de los restaurantes… Respecto a la moneda… pues yo nunca pienso en el cambio a euros, y creo que ese es el secreto. Puedes comparar precios, pero al final estás viviendo aquí, y de nada sirve saber si en España un sándwich es mas o menos barato… el sándwich lo vas a tener que comprar aquí si quieres comer. Respecto a frío… por favor, que tengo genes de Molina. Para mi el clima aquí es clima de barbacoa, clima de jugar al golf (grande Robin Scherbatsky). Respecto a la soledad… pues intento paliarla con eventos, quedadas con gente internacional, etc.

Seguro que vosotros tenéis muchas más preguntas. Así que espero que los próximos artículos de este blog contesten poco a poco a todas esas dudas que puedan surgir. Si no obtenéis respuestas, siempre podréis preguntarme directamente a través del blog. Me encanta que los lectores interactuen.

Un abrazo chic@s, y espero de verdad que os guste el desarrollo de acontecimientos de este nuevo blog de Apagario.

Abrazos.

Apagario.